Por Fernando Tovar
Indudablemente, el box es un arte marcial, en el sentido de aplicar la técnica para quitarse los golpes y a su vez, saber atacar sin riesgo; mas, pierde su encanto marcial en el profesionalismo, que les exige a los peleadores: espectáculo, a costa en varias ocaciones, de quedar "tocados" o perder la vida como el caso del nobel peleador jaliscience: Marco Nazareth. Como siempre en estos casos, los mercaderes del box, promueven campañas mediáticas, argumentando que: "fue un lamentable accidente, cuya responsabilidad en nadie recae", pero ¿qué sucedió?.
Posiblemente, Marco no tenía la experiencia o foguéo para enfrentar a un Top Ranking; o su físico carecía de la consistencia para tolerar, asimilar o evadir el castigo de poderosos golpes a la cabeza. De esta manera, surgen responsables: tanto los promotores del combate que enfrentan a un nobel con un experimentado boxeador como lo es Omar Chávez, así como el médico de la Comisión de box respectiva que debió efectuar un exámen médico riguroso a los contendientes antes de la pelea, para autorizarla, cancelarla o posponerla. También el entrenador físico de Marco, podría tener responsabilidad, en cuanto al bajo rendimiento de Marco, que no le permitió tolerar el castigo. Los responsables de "atrás del telón" son las autoridades de las Comisiones tanto internacionales como nacionales, en cuanto a que a pesar de la recurrencia de "accidentes" no han modificado el reglamento para que esto no vuelva a repetirse; así como regular revisiones médicas rigurosas periódicas a boxeadores vigentes. Una solución para reducir riesgos, sería el uso de cascos profesionales como en el Taekowndo y otras artes marciales. Desde estas líneas, envíamos nuestro mas profundo sentimiento de pésame a la familia de René Alonso, destacado periodista y amigo. Descanse en paz.
Indudablemente, el box es un arte marcial, en el sentido de aplicar la técnica para quitarse los golpes y a su vez, saber atacar sin riesgo; mas, pierde su encanto marcial en el profesionalismo, que les exige a los peleadores: espectáculo, a costa en varias ocaciones, de quedar "tocados" o perder la vida como el caso del nobel peleador jaliscience: Marco Nazareth. Como siempre en estos casos, los mercaderes del box, promueven campañas mediáticas, argumentando que: "fue un lamentable accidente, cuya responsabilidad en nadie recae", pero ¿qué sucedió?.
Posiblemente, Marco no tenía la experiencia o foguéo para enfrentar a un Top Ranking; o su físico carecía de la consistencia para tolerar, asimilar o evadir el castigo de poderosos golpes a la cabeza. De esta manera, surgen responsables: tanto los promotores del combate que enfrentan a un nobel con un experimentado boxeador como lo es Omar Chávez, así como el médico de la Comisión de box respectiva que debió efectuar un exámen médico riguroso a los contendientes antes de la pelea, para autorizarla, cancelarla o posponerla. También el entrenador físico de Marco, podría tener responsabilidad, en cuanto al bajo rendimiento de Marco, que no le permitió tolerar el castigo. Los responsables de "atrás del telón" son las autoridades de las Comisiones tanto internacionales como nacionales, en cuanto a que a pesar de la recurrencia de "accidentes" no han modificado el reglamento para que esto no vuelva a repetirse; así como regular revisiones médicas rigurosas periódicas a boxeadores vigentes. Una solución para reducir riesgos, sería el uso de cascos profesionales como en el Taekowndo y otras artes marciales. Desde estas líneas, envíamos nuestro mas profundo sentimiento de pésame a la familia de René Alonso, destacado periodista y amigo. Descanse en paz.