Por Fernando Tovar
Cada vez, se desmorona la institucionalidad en el país, que ya es “propiedad “ de unos cuantos mientras los ciudadanos “nomas mirando”, pues instituciones como el IFE, IFAI y la CNDH, ya han sido domadas por el gobierno en turno, a través de un legislativo federal que mas que representar a la ciudadanía, representa intereses muy particulares en los que se apoya el ejecutivo y su gabinete, para beneficiar a unos cuantos.
Habiendo detectado tal situación, Mauricio Fernández, alcalde de San Pedro, toma la iniciativa y crea una inteligencia policial al servicio de los ciudadanos de su municipio, que los prevendrá de futuras amenazas como el secuestro y la venta de protección al tipo Chicago de los 20s; generando polémica entre los altos mandos de seguridad y mas que por ilegal, porque la idea no salió de ellos.
Semejante escenario se ve en las federaciones, donde la mayoría de los miembros de sus consejos directivos(CD), ignora su normatividad respectiva y manejan la administración en forma discrecional y opaca, así como abusos contra deportistas o directivos y técnicos disidentes.
Esto se permite con la tolerancia de la CODEME y la Comisión del Deporte de la Cámara de Diputados, congresistas que se comportan como mercenarios al mejor postor, que en el caso de las olimpiadas del 2008, mantuvieron su boca callada, ante los excesos y torpezas de la burocracia deportiva nacional, a cambio de que se les pagarán sus viáticos para asistir a dichos juegos y que en el caso de CODEME la vista gorda, se canjea por votos en su asamblea. Mientras tanto, en Nuevo León, se van cumpliendo ya casi dos sexenios de publicada la Ley Estatal del Deporte, que dispone la Comisión Estatal de Apelación y Arbitraje y nada se ha hecho posiblemente debido a prioridades del presupuesto y esperamos que Rodrigo lo haga, pues su personalidad institucional así nos lo hace ver.
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